Según la Agencia Europea para la Seguridad y Salud en el Trabajo, el estrés laboral consiste en un desequilibrio entre el modo en que una persona percibe las exigencias impuestas por su trabajo y la percepción que tiene de sus propios recursos para afrontar dichas exigencias. Es decir, en el contexto profesional, el estrés es el proceso resultante de una descompensación entre:
- los recursos de la persona
- las demandas del medio laboral
En el ámbito de la medicina del trabajo, es sabido que el sufrimiento psíquico nace de la confrontación del hombre a la organización del trabajo. Hoy en día, cada año:
- aumenta la intensificación del trabajo
- un tercio de los trabajadores de la Unión Europea está afectado de estrés laboral
- más de un millón de jornadas de trabajo se pierden debido al estrés laboral
En el ámbito laboral se diferencian los estresores físicos de los sociales. Los estresores físicos suelen ser: espacios de trabajo no confortables, molestias físicas como ruido, vibraciones, frío, calor, ondas electromagnéticas o radiaciones.
Los estresores sociales más comunes en el estrés laboral suelen ser: presión o sobrecarga en el trabajo, alta autoexigencia o alta exigencia externa, baja autonomía, inseguridades con respecto al desempeño de la tarea, tareas repetitivas o dependientes de una máquina, acoso laboral, agresión verbal, escasa relación con los compañeros, imposibilidad de promoción, falta de reconocimiento, demasiadas horas extras o jornada prolongada excesivamente.
El estrés se puede considerar como la respuesta de nuestro organismo ante un contexto exigente. Esta respuesta, denominada por Hans Selye ‘Síndrome General de Adaptación‘, se traduce en una reacción que se produce en tres fases consecutivas: alarma, adaptación y agotamiento:
- Fase de alarma: secreción de hormonas catecolaminas que preparan para la acción (respuesta de lucha o huida).
- Fase de adaptación o resistencia: secreción de glucocorticoides que ayudan a resistir temporalmente frente al estrés.
- Fase de agotamiento: el exceso de hormonas glucocorticoideas en sangre deviene peligroso para la salud.
Son múltiples las consecuencias del estrés laboral en la salud, entre las cuales destacan los siguientes síntomas:
- Síntomas físicos: dolores diversos, trastornos del sueño, del apetito y de la digestión, dificultad para respirar, sudoración, taquicardia, inmunodepresión.
- Síntomas emocionales: nerviosismo y sensibilidad acrecentados, llanto, tristeza, irritabilidad, angustia, baja autoestima.
- Síntomas intelectuales: desmotivación, deterioro de la memoria, la concentración y el aprendizaje, y dificultad en la toma de decisiones.
- Trastornos de la conducta: se recurre a la ingesta de productos calmantes o excitantes (medicamentos ansiolíticos o hipnóticos, tabaco, cannabis, alcohol, café…), actitud agresiva, retraimiento social.
En el Centro de Psicología Las Rozas contamos con una amplia experiencia en el tratamiento del estrés laboral, con un alto porcentaje de éxito al final de la intervención. Ponemos a su disposición las técnicas y herramientas que se necesitan para identificar los elementos que generan su estrés laboral, así como las soluciones rápidas y eficaces ante este problema. Con la ayuda de nuestro equipo especializado en estrés laboral, logrará alcanzar una mayor calidad de vida en el ámbito profesional y personal.